El concierto terminó en el descanso del otro concierto que se ofrecía en la Sala Mozart del mismo Auditorio. Así que aproveché para oir al pianista Sokolov interpretar a Brahms. Recibió grandes aplausos y ofreció media docena de propinas.
Al Heraldo de Aragón mandé ambos dibujos por si sirven para ilustrar la Crítica de Música.
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